Amistades, sí que valen la pena.
- Fabiana Giacobbe
- 14 dic 2015
- 3 Min. de lectura

Las amistades muchas veces suelen comenzar de forma imprevista y hasta sin buscarla, simplemente en el camino de la vida vamos encontrándolas. Pero en este camino conseguimos muchos tipos de amigos, hay esos amigos de solo un día, hay amigos por un tiempo, hay amigos que te dejan duras lecciones pero también hay amigos que son verdaderos y son esos que a pesar de cualquier obstáculo están ahí para siempre. Esos últimos amigos son los más escasos hoy en día, inicialmente porque para querer exigir tener un amigo verdadero, tienes que empezar primero por serlo tú mismo, luego está la confianza, uno de los valores más admirables, poder confiar en una persona es poder pensar en voz alta, es poder decir lo que piensas sin tener miedo a ser juzgado, es poder hablar de absolutamente todo, es creer mutuamente en lo que se dice. Asimismo, la honestidad es un valor esencial para cultivar amistades verdaderas, como dice el dicho “Los amigos se lastiman con la verdad para no destruirse con la mentira”, los amigos verdaderos no se mienten, se dicen las cosas como son aunque estas vayan a doler, se hablan de una forma clara ya que estos buscan siempre lo mejor para cada uno.
Los amigos son personas esenciales, fundamentales y necesarias en la vida de alguien, es exactamente la familia que uno escoge, son esas personas con las que puedes reír, llorar, hablar, salir de fiesta, pasar miles de noche en pijamada, son esas personas que son parte de tu familia y tu de la de ellos, son aquellos que estarán ahí si necesitas ayuda para levantarte, son esas con las que vas a poder contar toda la vida no importa si con el tiempo existe una distancia de por medio, esta no será un obstáculo suficiente si la amistad es verdadera.

Las amistades hay que saberlas cultivar, es muy fácil encontrar un amigo, pero es mucho más difícil mantenerlos. La vida te pone pruebas, obstáculos y dificultades que hay que saber pasar, y a partir de estos factores el grupo de amigos cada día se va reduciendo y van quedando solo aquellas amistades fuertes, posibles de pasar cualquier cosa que se atreviese en el camino, es decir, amistades verdaderas.

Creo que a todas nos ha pasado alguna vez intentar comprender como un malentendido, una pelea o una mala decisión puede ocasionar que tengas que despedirte para siempre de personas que una vez fueron incondicionales. Amistades que se fracturan y se disuelven en el tiempo, aunque en tiempos pasados estas prometían ser para siempre. Son solo los años los responsables de corroborar esa decisión. Es increíble como las cosas pueden cambiar de un instante a otro, en menos tiempo del que nos imaginamos. Los días se vuelven oscuros y puedes sentir como la traición te persigue a cada paso que das, recordándote que es imposible que las cosas vuelvan a ser igual que antes. Pero es por las amistades perdidas que al final terminamos volviéndonos más fuertes y sabemos reconocer, a quién no nos defraudará. Puedes terminar diciendo adiós a un montón de gente, pero así tengas al final un par o solo un amigo que es verdaderamente honesto, sabrás que todo habrá valido la pena.

Es por esto que es tan importante una vez que hayas recorrido el camino de altos y bajos, de amistades falsas, de amigos de rato, de un sin fin de obstáculos y hayas realizado la difícil tarea de encontrar amigos verdaderos, aprender a valorarlos, pasar todo el tiempo posible con ellos y saberlos cuidar porque estos amigos se convertirán en tus hermanos de vida, en tus hermanos del alma, en tus compañeros de vida, en tu apoyo incondicional, en tu fuerza para salir adelante y estarán en todos los momentos importantes de tu vida.
Comments